lunes, 12 de noviembre de 2007

Y mil veces, no puedo.

Carta: Como una cadena, en cada atardecer. Vas resbalando por mi
espalda y no puedo detenerte.
Ya es tiempo de volver a donde esperas, me siento mientras
juegas, me siento y me siento caer.
Tu tomas lo poco de sueño que me queda, realmente no puedo
ver como destruyes los cascajos del cielo que me elevan; no puedo
alejarme de lo que me espera, realmente me muero sin ver.
Me compre una luna para que me protegiera, me compre una
tierra para esconderme cuando me empiezas a ver. Me compre
libros y pinturas para olvidarte, le robe los ojos al cielo para no
poder verte, le robe el corazón al mar para no volverte a querer y
¨todo es inútil. Mil veces, no puedo irme de mi necesidad de verte
otra vez. Tu picas la sonrisa de la mariposa y de ella, las alas
mueren como un pez.

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