jueves, 31 de enero de 2008

Dile

Que el sol ya no prende,
que mi abajo no tiene arriba,
que en el túnel no hay salida.

Dile.
Que sólo tengo vasos vacíos,
que ahora todo es tan grande,
que el cielo se esconde.

Dile.
Que que ya no existe la música,
que no escucho voces,
que todos se fueron.

Dile,
dile,
dile que vuelva.

domingo, 27 de enero de 2008

Diez veces había olvidado.

Ya me había olvidado lo entretenido que se hacia ver diez veces la
misma acción.
Entender que más de esas veces eran solo pesadillas,
y algunas pesadillas solo eran mi imaginación.
Ya me había olvidado lo triste que se hacia llorar diez veces el
mismo dolor.
Entender que más de esas veces eran solo nostalgia,
y algunas nostalgias solo eran recuerdos.
Ya me había olvidado lo amargo que se hacía escuchar diez veces la
misma voz.
Entender que más de esas veces eran solo injusticias,
y algunas injusticias solo eran mentiras.

sábado, 26 de enero de 2008

Uno de los muchos, tú.

De una pantalla y la luz que la baña
nadan las palabras más minimizadas
de un espejo y un cristal.
Un conjunto de micropartículas,
de color azul y negro,
y está la música viajando
de cuarto a cuarto,
viajando por la nada.
Esta visible el invisible
con el que río y no puedo mirar,
su religión y mi pasatiempo,
su conocimiento y mi capricho de adivinar.
Su relucido recorrido,
cuando escapa al no parar,
recuerdo muchos sucesos
de la prisa y la escala misma
que perdemos al hablar.
El se va, burlándose
se ríe, y se va sin hablar.
Estoy durmiendo
suena el celular,
y recuerdo que es él
en mi despertar.

Pasando días en enero.

Han pasado ya varios días
y todo sigue tan ténue,
se han calmado los muertos
después de la absurda neblina.

Y cómo encontrar la semilla de los inocentes?

viernes, 25 de enero de 2008

Another day to die.

La balsa lo amacaba
Entre las olas,
Agua de inmensidad,
En laguna te has convertido,
Para no verte más.

La luna brilla en el cielo,
Él ya no ha vuelto a despertar,
Sus ojos miran al infinito,
Con una capa de cristal.

Manos frías de las sombras,
Vuélvanme a acariciar,
Labios rojos que provocan,
Fríos han quedado ya.

Sedas pálidas del monte,
Muestren el calor de su piel,
Un elixir de amargura.
A ardido como hiel.

La tristeza me ha atrapado,
Llévame a mí también,
Muerte perfecta de la noche,
No me hagas ver el amanecer.

Noche oscura de tinieblas,
Me hacen acordar su voz,
Muchas sombras de la niebla,
Han de traerme otro amor.

Otro día para morir,
Otro día para vivir,
Otro día para buscarte,
Aunque ya no estés aquí.