Mientras ella bebía un sorbo de vino en aquel balcón de una de las casas de Street, el hombre de sombrero negro la observaba detenidamente desde una de las calles donde el silencio y el viento dormitaban a su alrededor, cada sorbo que ella daba, cada deslíz de sus manos entre la copa cristalina y sus cabellos rojos, enamoraban cada vez más a Jack y sus ansias de tenerla y hacerla suya.Cada noche Anne solía desvestirse a la luz de la luna y al compás de la música danzaba como una criatura nunca antes vista ante los ojos de él, sus vestidos de seda negra delicadas y finas quedaban tendidos en el suelo mientras ella reposaba en su lecho en espera de aquel amor que nunca encontró.
Jack, era un hombre solitario y sombrío, vestía el mismo abrigo negro, su tan preciado sombrero y el antifaz de siempre que no permitía relucir su rostro que por mucho tiempo lo mantuvo discreto. Fue un viernes a medianoche cuando Anne reposaba en su habitación,él ingresó por su ventana más próxima y la vió recostada en su cama desnuda y pálida con sus cabellos rojos que encendían su mirar. Él no dudó en tocarla, y rozó sus manos por cada rincón de su cuerpo. Ella que se encontraba en un sueño profundo sintió el calor de unas manos extrañas sobre ella, y abrió los ojos desesperadamente viéndolo a él x primera vez. Él con deseos de hacerla suya y ella impactada de verlo y de deshacer ese antifaz blanco de aquel rostro que nunca había visto; se acercó a él y con sus delicadas manos rompió el elástico que por mucho tiempo sostuvo el antifaz de Jack, ella tocó su mejillas que con la luz de la luna pudo notar la perfección de su rostro. Anne se acercó a él y sin dudarlo lo besó apasionadamente, pudiendo sentir que era aquel beso del amor que siempre esperó, él tratando de despojar su abrigo negro y sus prendas sintió que era el momento que había esperado para poder sentirla cerca a él, ella amaba sus besos y sus caricias y él admiraba sus cabellos suaves y sencillos. Él la empujó a la cama para poseerla, y ella lo miraba con sus ojos verde gris, él sonreía irónicamente y en un minuto ella gimió de dolor, él la amaba cada vez más fuerte y ella brotaba lágrimas de un ya no!, él se satisfacía de placer y amaba cada vez más sus llantos que cogió una navaja y lo pasó suavemente x el cuello de su amada, acabando bruscamente con su vida mientras él la veía desvanecerse y sentía la sangre recorrer x sus manos. Ella lo miró sin sentir, y suspiró x última vez entrelazándose entre sus sábanas rojo sangre, él sosteniéndola de la mano la besó x última vez y dejó su cuerpo tendido en la humedad de la habitación, la observó detenidamente como nunca había observado a nadie y se vistió lentamente recordando la dulce muerte de su amada con una sonrisa de placer. Ya era de madrugada y él salió x la ventana con su blanco antifaz y miró desde abajo aquel balcón que x mucho tiempo observó la insólita belleza de Anne.
Cada paso, cada calle, cada amor, cada muerte, cada antifaz lo hicieron ser Jack... "the ripper".
"Incluso en la oscuridad se veía la luz,
