Ya me había olvidado lo entretenido que se hacia ver diez veces la
misma acción.
Entender que más de esas veces eran solo pesadillas,
y algunas pesadillas solo eran mi imaginación.
Ya me había olvidado lo triste que se hacia llorar diez veces el
mismo dolor.
Entender que más de esas veces eran solo nostalgia,
y algunas nostalgias solo eran recuerdos.
Ya me había olvidado lo amargo que se hacía escuchar diez veces la
misma voz.
Entender que más de esas veces eran solo injusticias,
y algunas injusticias solo eran mentiras.
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